Me gusta salir con mi mámi, que me lleve a comer Pollo a la Canasta en la Alameda de las Delicias. Acompañarla a los baños turcos y mientras espero me tomo una leche con plátano y cómo un sandwich de jamón con palta. Antes hemos pasado a la bajada York, donde me compra otro librito con figuras para armar, esta vez es un castillo, el que armo en la mesa mientras espero. Mi mama, al entrar a los baños, se toma un jugo de zanahoria con naranja, permanece dos horas, incluyendo por lo menos media hora en “el toro”, luego, cuando sale se toma una cerveza helada con limón y miel; sale “roja” como tomate; más tarde iremos a los juegos Diana. Estoy pensando esto, mientras muy contento voy acompañándola, en la liebre Macul 12 hacia al centro. Pasamos Punta de Rieles y el camino se hace fresquito. Me imagino el Pollo a la Canasta, exquisito pollo frito con papas fritas, todo servido en una servilleta de género dentro de una canasta de mimbre, simplemente delicioso. Por la puerta de la liebre, dob