El Orden de los Actores

Centro de Santiago, Manifestación Popular, lluvia, los pacos sacando a la gente de las calles, quedan Paseo Ahumada, Estado, Miraflores. La Alameda vacía, de verde, mojada, los pacos que corren y se ordenan, gases lacrimógenos amenizan el paisaje..

Se siente impotencia, en la gente, que quería, pacíficamente, protestar, por sus derechos. El aire, el cielo, como el atardecer, un rayo de luz.

De pronto, al medio de la Alameda, entre polvo blanco, una figura sola, aislada, dueña de la calle, danzando y con ritmo, los pies golpeando, sobre el suelo, que lo acompaña en su encanto.

Todos quietos, los seres humanos y los pacos. ¿Quién atina? El hombre baila, a un ritmo suave, que anima.

“Me imagino yo, jugando de arquero, cuando el delantero se acerca a hacerme un gol, me pongo a bailar, quizás lo distraiga y no meta el gol, sea porque hierra o porque solidariza: La gracia es jugar, no ganar”

“¡Lo van a agarrar! ¡Le van a sacar la cresta! ¡Que no lo maten!”

Los pacos, desconcertados, lanzan lacrimógenas ¡Abundante! Justamente, quizás ya esperado, él danzante, hace figuras en el humo, este no le hace mella.

Basto eso y una orden, los pacos, como sabuesos, sobre el tipo se lanzan. El se puso en señal de cruz, cabeza inclinada hacia la izquierda, hacia atrás, sobre ella se ve al fondo, una luz. Lo tomaron de los brazos, como con ganas de hacerlo pedazos: ¡CAGASTE BAILARIN!. De pronto, frente a la micro desde dentro, humo blanco, tanto, que ya no había ni bailarín, ni paco, tampoco micro… alguien mágico, asoma, débil.

Inesperadamente, desde lo blanco, nadie más, solo, solamente una figura, inmune a las lacrimógenas, danzando, bailando, con el ritmo, que de sus pies se sentía. La gente se aglomera en Ahumada, en Estado, en Miraflores, San Antonio las micros, Arturo Prat los estudiantes. Nadie lo puede creer, “Nadie puede, ni con Dios mediante, librarse de un montón de pacos”.

Ahí estaba, bailando, los pacos reaccionan y le hacen encerrona, la gente desespera y al aislado, le entonan una canción, primero con emoción, luego es ritmo que llama al Carnaval.

“Hay miedo en el ambiente, ¿podrá este creyente, salir vivo de este incidente? Depende…¿De que? De lo que en ese momento se siente”

Los gritos son ya con ritmo y el personaje no resiste, poner su cuerpo al unísono.

Se cierran los pacos, en torno a él un montón de verde. El salta, como gel, sobre hombros, sobre espaldas y corre a subir al techo de la micro, micro del respetable vergel. De arriba, primero con pasos animosos, luego, francos, talentosos, hace burlas a los pacos. Estos tratan de subir, pero arriba, él solo, él aislado, domina todo, el agua, el aire, el sonido, el movimiento de los pacos, que entre el humo blanco, pretender subir, para arrestarlo: Terrible crimen cometió, danzar allí, en esa ocasión, en que lo verde, el agua y el humo blanco, nublaban la razón, ¡merece la prisión!

Sube uno, de un paso de cumbia, él solo, lo tumba, al siguiente, le propina un durmiente, con un paso de rumba. Arriba de la micro, verde, el hombre baila, dominando el ambiente. Pide un megáfono, alguien lanza uno con certeza, el hombre grita, primero con firmeza, luego con sensible emoción, presa de notable entereza:
“Esta calle es de PASEO, aunque crean que es hueveo, no lo miren como algo feo, aquí, en esta calle, están nuestros corazones, llenos de emociones. Es nuestra calle, y de verde, solo queremos los árboles, de rojo, de rojo solo queremos las rosas. ¿ME FALTA ALGUNA COSA!”

Se quedo callado, falta hacia, porque nadie mas respiraba…Cinco segundos, que son el aguante de un Coronel, fueron eternos, en todos los del cuartel ¡AGARREN A ESE CONCHEESUMADRE”… dos segundos mas… El aislado hace un par de muecas con sus manos y su bajo vientre, luego salta y danza, con ritmo de trastasera, hacia su pueblo. Este lo recibe, se abre a él, le ofrece un pasillo humano y con colores disfrazan su apariencia, con un poco de paciencia el verde no lo encuentra. El pueblo se cierra, firme, compacto, frente a los pacos.

Por primera vez, desde tantos años, ya no serían 10 contra 100. Ese día, él solo, él aislado, con su baile, logro que de algún modo, el orden de los actores si es importante…FUERON 100 CONTRA 10.